jueves, 14 de abril de 2011

YO AVE


Desde mi ventana veo volar una pequeña Ave, inquieta y libre cerca de aquí con sus plumas largas y alborotadas cruzando el viento. Al mirarla de inmediato evoco el cielo, el mar y la libertad.
Me parece conocerla muy bien, es de lejana mirada, misteriosa y algo temperamental. Tiempo atrás, Ave se creía dueña de su voluntad hasta que un día se aventuró más allá y descubrió altos barrotes que marcaban límites a su vida. Ave está triste pero su determinación la lleva a derribar puertas. Ella, sueña con volar hacia el mar.
Ave herida busca consuelo, su trinar despierta a los duendes del bosque y vuela, vuela hacia la libertad. A veces, aletea con fuerza, defiende sus espacios y logra sus ilusiones, otras, la embarga la tristeza cuando vislumbra las injusticias que dominan el mundo.
El tiempo la hizo crecer mientras se alimentaba de los matices del cielo al atardecer, hoy su vuelo es más seguro, el batir de sus alas es más confiado, los muros quedaron atrás.
Ave Fénix, como en aquella leyenda renace en cada amanecer, hoy la veo radiante acercarse de nuevo a mí, nos miramos profundamente a los ojos y me permite soñar su historia.

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